Hablar de la regla es hablar de higiene menstrual. Un concepto que hace referencia a los métodos para mantener una adecuada higiene durante la fase de sangrado que, además, permita a las mujeres sentirse más cómodas y hacer sus tareas cotidianas sin que este periodo suponga un problema al mismo tiempo que cuidan de su higiene íntima.
No obstante, no se trata solamente de una cuestión de salud, sino de un derecho de cualquier mujer, que tiene que contar con los productos básicos necesarios que faciliten la higiene. Y lo cierto es que, en los últimos años, la higiene menstrual ha experimentado un importante avance, pudiendo encontrar tanto productos clásicos como los tampones y las compresas, como otros más revolucionarios basados en principios más ecológicos y sostenibles, y en un cuidado más respetuoso con el cuerpo, como la copa menstrual o las braguitas menstruales.
1. Compresas, tampones y protegeslips
Los productos tradicionales de higiene menstrual son los tampones, las compresas y los protegeslips, que son fáciles de usar, asequibles y cuentan con una amplia variedad de opciones para adaptarse al flujo de cada mujer.
Sin embargo, son la alternativa menos ecológica, ya que los residuos generados producen un gran impacto medioambiental. La diferencia principal es que las compresas y protegeslips se colocan sobre la braguita y los tampones en el interior de la vagina.
También podemos encontrar compresas de tela que pueden volver a utilizarse después de lavarse. Fabricadas con tejidos absorbentes que retienen el sangrado y evitan que la humedad quede en contacto con la piel. Y con tejido impermeable para que la sangre no llegue a la braga.
Y, aunque menos conocidos, también hay tampones lavables fabricados con algodón y otros tejidos muy absorbentes que no dejan fibras ni residuos en el interior de la vagina.
2. Copa menstrual
En los últimos años, la copa menstrual ha ido ganando cada día más adeptas debido a las múltiples ventajas que ofrece, tanto en ahorro como en durabilidad y comodidad, lo que ha supuesto un importante cambio en la vida de las mujeres.
Se trata de un recipiente de silicona médica, TPE (elastómero termoplástico) o plástico quirúrgico que se coloca al fondo de la vagina y va recolectando la sangre. Entre cambio y cambio, solamente hay que eliminar la sangre y lavarla con agua y jabón, pero debe esterilizarse al menos una vez en cada ciclo.
Nunca debe estar puesta más de 12 horas, pero puede ser usada durante todo el periodo, ya que es válida tanto para sangrados más ligeros como más abundantes.
3. Disco menstrual
El disco menstrual es una variante de la copa menstrual. Con la diferencia de que es más plano y cuenta con mayor capacidad para recoger el sangrado. Esto hace que puedan mantenerse relaciones sexuales con penetración sin temor a que la sangre se salga y sin que resulte incómodo.
Cuenta con un aro grueso que se coloca bajo el cuello del útero y con una cúpula suave. Es reutilizable y, al igual que la copa, entre cambio y cambio, solamente debe limpiarse con agua y jabón. Eso sí, requiere de un poco de práctica para colocarla y extraerla correctamente, ya que su extracción puede resultar algo dificultosa.
4. Esponja menstrual
Las esponjas menstruales funcionan como un tampón aplanado y sin cordón. Podemos encontrarlas tanto naturales como marinas reutilizables o sintéticas desechables. Es cierto que tienen menos capacidad de absorción que un tampón, pero su forma y colocación permite mantener relaciones con penetración.
Después de cada uso, debe lavarse con agua fría y ponerse en remojo durante 6 horas en agua y vinagre. Lo normal es que tenga que cambiarse cada 4 o 5 horas, aunque depende del sangrado. Además, deben renovarse cada 3-6 ciclos.
5. Braguitas menstruales
Las braguitas menstruales están fabricadas con tejidos absorbentes que retienen la sangre menstrual, aíslan de la humedad y no calan. No se hinchan ni se abultan y pueden usarse hasta 12 horas. Además, las hay con diferentes niveles de absorción. Una opción ideal para niñas en los primeros años de la regla, mujeres que no se adaptan a los dispositivos intravaginales o con problemas de suelo pélvico.
Si quieres combinarlas con otro producto de higiene menstrual o durante el verano, pueden secarse con facilidad y solamente necesitarás 2 braguitas, pero si vas a usarlas de forma exclusiva, lo ideal es tener 4 o 5 como mínimo.